sábado, 4 de julio de 2009

Latinajos (IV): Non bis in idem

¡Hola familia!

¿Cómo va todo? Bien, espero. Para quien no haya oído la noticia todavía, ahí va: ¡hemos terminado los examenes! ¡Vaya sensación de libertad, que gozada! Todavía no han salido todas las notas de los examenes de manera que es un poco pronto para cantar victoria, aunque si todo va bien en breve seré oficialmente licenciado en Derecho. Pregunta típica: ¿Eres abogado? No, porque para ser abogado hay que estar colegiado en el Colegio de Abogados. De todos modos de esto podemos hablar en otro momento, ya que para hoy tengo en mente otro tema.

Sin duda estaréis pensando que siendo como es una ocasión especial pues el tema a tratar tendrá que serlo también. Y claro, ¿quién soy yo para defraudar a este numerosísimo público que sigue las aventuras y desventuras de este blog? Así que tras una profunda reflexión (y a falta de nada mejor...) he decidido presentaros la cuarta entrega de la serie latinajos: El amigo "non bis in idem". Además es curioso porque según la cosa de estadísticas que incorpora el blog los latinajos son lo que la gente más busca en google y, por tanto, la mayor fuente de almas inocentes que por error terminan en la doctrina. En fin, vamos a lo que vamos, "que es fa tard i vol ploure".

"Non bis in idem" quiere decir no dos veces por lo mismo. Es un principio básico que va apareciendo a lo largo y ancho de la carrera porque a los profesores les encanta, sobretodo a los de administrativo y a los penalistas. La idea tras el non bis in idem es que no cabe castigar dos veces a la misma persona por lo mismo, ya que el castigo más grave abosrve al más pequeño. Este es un principio básico para articular las relaciones entre la administración y el poder judicial en el ámbito de las sanciones. Quizás no os habíais parado a pensar en ello, pero tanto la Administración como los jueces pueden poner sanciones a los ciudadanos. Seguro que quien más quien menos ha sufrido el poder sancionador administrativo en sus propias carnes: el ejemplo más típico son las multas de tráfico. Que el juez puede poner sanciones también es conocido por todos, si bien en la mayoría de casos no por propia experiencia sinó por las notícias o series que se pueden ver a todas horas (gracias TDT).

Bien, partiendo de aquí, hay que ver si hay algún caso en que tanto la administración como los jueces puedan poner sanciones, ya que si no lo hay no hay ningún problema: cada uno va a la suya. El caso es que, para bien o para mal, las sanciones de la administración y las del poder judicial coinciden en muchos ámbitos. Esto tiene sentido, ya que el derecho penal sólo debe intervenir en los casos donde la lesión a un derecho es más grave, debiendo dejar los casos de poco peligro a la administración. Y aquí tenemos la situación más típica de castigar dos veces lo mismo: primero la administración pone su multa, y después el juez pasa a poner la pena.

Bueno, ¿y esto cómo se soluciona? Pues en principio si a la hora de poner la sanción la administración cree que puede haber indicios de delito tiene que decirselo al juez y detener el procedimiento sancionador. No obstante, esto no siempre ocurre, de manera que (para variar) se dan bastantes problemas de este tipo.

Iba a quejarme de la interpretación que han hecho el Supremo y el Constitucional, pero me parece que con este post me he pasado un poco, incluso sin hacer referencia a la jurisprudencia... En fin, la idea se entiende, ¿no? Como la sanción penal es más grave y además ofrece más garantías (el juez es imparcial y la administración no) debe prevalecer frente a la sanción administrativa.

Mira, el nivel de los estudiantes de derecho hoy en día no está como para tirar cohetes, pero estoy casi seguro de que a cualquier estudiante de segundo o tercero de la carrera a quien le preguntes sabrá más o menos decir lo que es el non bis in idem. A base de repetirlo al final se queda, que puedo decir. Es como la justificación de la pena, que te persigue a lo largo de la carrera.

En fin, ¡próxima actualización desde Paris, ciudad de las luces!

Cualquier comentario será bienvenido, ya lo sabéis.

Consejo del día (de parte de Mr. T): Trata bien a tu madre.

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